El “Hormigón”, el protagonista del Estilo Industrial, una de las tendencias que nunca pierde protagonismo. Se trata de las fábricas y los almacenes abandonados en el Nueva York de los años 50. Los artistas bohemios rehabilitaban como viviendas poco a poco por muy poco dinero. Son casas prácticamente sin tabiques, estilo lofts, que a base de hormigón, ladrillos vistos y vigas sin recubrir consiguen gran elegancia y sobre todo mucha personalidad. Y además en estos tiempos en los que reciclar muebles, creando ambientes sostenibles está tan de moda, consiguen ser el complemento perfecto para completar el ambiente deseado. Pulir hormigón comenzó a ser una actividad usual para mantener este suelo.
Nada más acabar la segunda guerra mundial, Nueva York se consolidó como una de las ciudades más grandes del mundo, llegando incluso a rivalizar con Londres en cuanto a finanzas y a arte se refiere.
Un material que lidera una corriente
Uno de los motivos fue que muchas de las ciudades que hasta entonces habían tenido importancia, en aquel momento quedaron en ruinas. Pero fue a mediados de siglo, hacia el año 1950, cuando debido a una importante crisis en la industria y en el comercio. Las fábricas se trasladaron a lugares lejos del centro, donde el suelo era más barato. Fue entonces cuando nació este estilo. caracterizado principalmente porque los materiales utilizados carecen de pretensión estética. Además como estas fabricas tenían una peculiaridad común que eran sus grandes ventanales, la luminosidad, es clave en este estilo decorativo.
Es aquí, donde el hormigón, juega un papel importante, apenas requiere mantenimiento, simplemente hay que pulirlo de vez en cuando.
Eso sí, es fundamental contar con una empresa especializada con las máquinas adecuadas para pulir hormigón, como Onyce, los especialistas en pulidos. Por que al igual que hay otros materiales que podríamos intentar pulir nosotros, aunque no sea fácil, pulir hormigón sin contar con el material apropiado es prácticamente imposible.
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