El terrazo es un material versátil y duradero utilizado comúnmente en pisos y superficies arquitectónicas. Conformado por fragmentos de mármol, vidrio, granito u otros agregados, unidos con cemento o resina, el terrazo brinda una estética única y resistencia notable. Sin embargo, con el tiempo y el uso constante, incluso el terrazo más robusto puede perder su brillo original y mostrar signos de desgaste y es en este punto donde entra en juego el pulido profesional de terrazo.

¿Por qué pulir el terrazo?

El pulido profesional de terrazo no solo se trata de devolverle su brillo inicial, sino también de restaurar su apariencia y prolongar su vida útil. A medida que el terrazo se expone a pisadas, derrames y otros elementos, puede desarrollar arañazos, manchas y opacidad. El pulido elimina estas imperfecciones, revelando una superficie renovada y revitalizada.

Pasos del pulido profesional de terrazo:

Preparación: antes de comenzar el proceso de pulido, es esencial preparar la superficie. Esto implica limpiar a fondo el terrazo para eliminar cualquier suciedad, polvo o residuo. Además, se deben reparar grietas o daños más significativos.

Desbaste: el desbaste es la etapa inicial del pulido y se realiza con almohadillas abrasivas. Estas almohadillas eliminan capas finas de la superficie, suavizando imperfecciones y devolviendo uniformidad al terrazo.

Pulido intermedio: en esta fase, se utilizan almohadillas para refinar la superficie aún más. Este paso suaviza las marcas dejadas por el desbaste y comienza a darle al terrazo un brillo más pulido.

Pulido fino: las almohadillas de grano fino entran en juego para proporcionar un pulido más delicado. Este paso realza el brillo y la textura del terrazo, dejándolo preparado para el siguiente paso.

Sellado: una vez que el terrazo ha sido pulido a la perfección, se recomienda aplicar un sellador. El sellado ayuda a proteger la superficie contra manchas y líquidos, manteniendo el brillo recién restaurado por más tiempo.