El mármol es uno de los materiales más utilizados en los hogares españoles. Nos lo podemos encontrar en suelos, encimar de cocina, baños…. Cuenta con una gran resistencia, pero debido a su alto grado de porosidad se ensucia con facilidad, por lo que realizar de vez en cuando un pulido de mármol es necesario.
Es habitual ver como con el paso del tiempo el mármol va perdiendo, poco a poco, su brillo. Esto es debido, principalmente, a la suciedad que entra por las ranuras, aunque la falta de limpieza o una limpieza con productos de baja calidad, también son causas bastante comunes para hablar de esta pérdida de brillo.
Diferencias entre abrillantar y pulir el mármol
Son muchas las personas que piensan que son el mismo proceso, pero aunque los dos sirven para devolver el brillo a la superficie, son diferentes. En el caso de abrillantar el mármol estamos hablando de un proceso superficial, utilizado para devolver parte del brillo a la superficie. Indicar que dentro de este proceso se incluye la limpieza del mármol, donde se eliminan todas las manchas de la superficie.
En el caso del pulido de mármol nos encontramos ante un proceso mucho más exigente y profundo. Esta acción se debe realizar cuando el mármol este deteriorado, deformado o maltratado. Habrá que lijar la superficie, perdiendo algunos milímetros o centímetros en algunos casos. Este proceso se realiza para rebajar la superficie e igualarla con el resto. Es decir, aunque también se devuelve el brillo al mármol, la realidad es que el proceso de pulido está pensado para eliminar las deformaciones, rayones….
Al igual que el proceso de abrillantado lo puede realizar cualquier persona, comprando los materiales adecuados, claro está. El proceso de pulido de mármol es más complejo, y siempre es interesante contactar con profesionales, los cuales cuentan con una larga experiencia y trayectoria bajo sus pies.
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