El mármol es una piedra natural que ha sido utilizada desde hace siglos como material de construcción y decoración. Los suelos de mármol son una opción popular debido a su belleza, elegancia y durabilidad. Sin embargo, con el tiempo y el uso, los suelos de mármol pueden sufrir daños y deterioro. En este artículo, hablaremos sobre los factores que contribuyen al deterioro de estos suelos y las formas en que se pueden recuperar.

Los suelos de mármol pueden sufrir daños debido a varios factores, como la exposición a sustancias químicas corrosivas, el desgaste por el tráfico peatonal, la exposición a la luz solar directa y la humedad.

Detallamos algunos de estos factores:

Sustancias químicas corrosivas: Los suelos de mármol pueden verse afectados por el contacto con sustancias químicas corrosivas como productos de limpieza o ácidos. Estas sustancias pueden provocar la decoloración y el manchado del mármol.

Desgaste por tráfico peatonal: El tráfico peatonal es otra causa común de daño en este tipo de suelos. El tráfico constante puede provocar la pérdida de brillo y el desgaste del material.

Exposición constante a la luz solar: La exposición prolongada durante largos períodos de tiempo a la luz solar directa puede provocar la decoloración del mármol.

Humedad: La humedad puede provocar la aparición de manchas por todo el suelo.

Por lo tanto, si sus suelos de mármol han sufrido daños, hay varias formas a través de las cuales puede recuperarlos, aunque la más común y efectiva es el pulido, una técnica que consiste en eliminar una fina capa de la superficie del mármol para recuperar su brillo original. Esta técnica es especialmente efectiva para suelos con arañazos, manchas superficiales y otros signos de desgaste y existen numerosas empresas especializadas en ello, con la maquinaria adecuada y un equipo de profesionales que dejarán sus suelos como nuevos.